Cómo distribuir el espacio en un restaurante para hacerlo más atractivo

La disposición de las mesas de un restaurante, la distribución del espacio y la afluencia de clientes puede invitar a entrar a los posibles clientes o a buscar otro restaurante que resulte más atractivo para comer o cenar. En este artículo te vamos a dar algunos consejos.

Las personas somos seres sociales y, en general, preferimos la compañía de otros y la aceptación de nuestros semejantes. Como resultado, buscamos entornos que favorecen la interacción con nuestro grupo de referencia, ya sean nuestra familia, nuestros amigos o nuestros compañeros de trabajo.

Estar sólo es una sensación desagradable para la mayoría porque nos hace sentir vulnerables. Esto hace que busquemos entornos en los que la compañía de los demás nos hace sentir relativamente protegidos. Entrar en un restaurante vacío es una sensación tan incómoda que puede hacer que desistamos para buscar un lugar más concurrido. Esta sensación de miedo a la soledad se justifica diciendo que un restaurante vacío no puede ser bueno, aunque no hayamos comido nunca allí, cuando, en realidad, lo que buscamos en un entorno que nos resulte más agradable desde el punto de vista social.

mesas de restaurante

Pero un sitio demasiado lleno también nos hace sentir incómodos, puesto de el exceso de gente hace que los demás invadan nuestro espacio de intimidad. Si estamos en lugares muy concurridos, es frecuente buscar un elemento de protección, como puede ser una pared o una columna, para situarnos allí y evitar así sentirnos «acosados» por la multitud.

El hecho de que un restaurante esté demasiado lleno es, por tanto, otro factor que hace que busquemos uno menos concurrido, incluso aunque no esté del todo lleno. De hecho, se ha comprobado que los clientes de un restaurante lo consideran lleno si están ocupadas al menos la mitad de las mesas y tan sólo quedan disponibles las mesas que están situadas en el centro de la sala, donde nos sentimos más desprotegidos.

Por eso es necesario diseñar el restaurante de manera que favorezcan tanto la interacción social como el espacio del cliente. Si lo que pretendes en fomentar la rotación de las mesas, como es el caso de los restaurantes de comida rápida, puedes colocar las mesas en lugares alejados de paredes y columnas, espacios abiertos que no ofrecen esa protección psicológica de la que hemos estado hablando. Los clientes se sentirán, de forma inconsciente, más expuestos y terminarán antes de comer que si se sienten protegidos en una esquina de la sala o junto a una columna o macetero.

Si lo que pretendes es aprovechar la tendencia de los seres humanos a buscar la compañía de los demás, puedes dividir la sala en varios espacios más pequeños, creando así unos mini comedores que dan la impresión de que están concurridos, incluso aunque el resto del restaurante esté vacío. De esta manera, lo clientes que llegan al restaurante encuentran sitio libre donde sentarse a comer, al tiempo que sienten que el sitio está suficientemente lleno como para sentir que el sitio tiene aceptación y, por lo tanto, es un buen lugar donde entrar a cenar.

Si quieres puedes instalar separaciones móviles que se pueden poner o quitar dependiendo del número de clientes que se espera que acudan a comer o cenar ese día al restaurante. De esta manera, también es más fácil atender a los comensales que acudan al restaurante en un momento dado, ya que todas las mesas ocupadas estarán situadas en la misma zona.

En resumen, un restaurante concurrido invita a entrar mientras que un restaurante vacío hace sospechar al cliente de que el restaurante puede no ser muy bueno. Al mismo tiempo, un restaurante demasiado bullicioso hace que los clientes abandonen antes la mesa en busca de un lugar más tranquilo donde conversar.

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